Expansión de las clases medias y formación de una clase obrera
consolidada durante la Industrialización Sustitutiva de Importaciones
En
el período 1930-1970, se produjeron cambios considerables en la estructura
social que afectaron las pautas de movilidad social intra e intergeneracional,
vinculados con dos fenómenos decisivos: la industrialización por sustitución
de importaciones y las migraciones internas. La crisis del treinta
produjo la caída del precio de las materias primas y con ello de la disponibilidad
de divisas que aportaba el sector agro-exportador, redujo la capacidad
importadora e incentivó el desarrollo de políticas públicas de estímulo a la
producción industrial local. La industrialización por sustitución de
importaciones (ISI) tuvo lugar en el período 1930-1976, durante el cual es
posible reconocer distintas etapas.
El
peronismo (1943-1955) le otorgó al proyecto de desarrollo industrial un
carácter social distinto, al impulsar la industria de bienes de consumo masivo
mediante la expansión del mercado interno basada en una activa política estatal
de redistribución del ingreso hacia los asalariados, la inversión pública
directa en industrias y servicios, y una política de créditos subsidiados a los
pequeños y medianos empresarios locales. A partir de la segunda mitad de la
década de 1950 y hasta mediados de 1970, se profundizó la sustitución de
importaciones de insumos y bienes de capital, así como la de bienes de consumo
durables a través del impulso de la inversión extranjera y estatal. Esto
implicó cambios en la estructura de distribución del ingreso que favorecieron a
segmentos asalariados de las clases medias. El desarrollo industrial impulsó un
movimiento migratorio interno de gran intensidad hacia los centros urbanos de
la región pampeana (Buenos Aires, Rosario y Córdoba) desde regiones periféricas
rurales que habían quedado al margen del desarrollo agro-exportador.
Desde
el punto de vista socio-cultural, las migraciones internas pusieron en contacto
a la población criolla (de ascendencia mestiza) con la población de ascendencia
europea ya establecida en las ciudades, generando cambios en la estructura
social. La formación de una nueva clase obrera de origen mestizo coexistió en
un principio junto a las capas viejas del proletariado urbano constituidas por
inmigrantes europeos y sus descendientes y luego paulatinamente ambos grupos se
fueron mezclando e integrando culturalmente. A diferencia de la inmigración
europea de 1860-1930, que había contribuido a la formación de las clases
medias, los migrantes internos se incorporaron a los segmentos de clase
inferiores del sistema de estratificación, provocando un efecto de “empuje”
ascendente hacia posiciones de clase media a los residentes urbanos de origen
inmigrante europeo.
Entre
1930-1960 se mantuvo la línea de movilidad que va desde la clase obrera a la
clase media pero no ya como movilidad intra-generacional de los inmigrantes
europeos sino de la de sus hijos, como una movilidad inter-generacional. La
industrialización por sustitución de importaciones abrió canales de movilidad
intra e intergeneracional en la estructura social. En primer lugar, produjo una
expansión de la fuerza de trabajo asalariada manual, que condujo a la creación
de una clase trabajadora consolidada, con acceso a amplios derechos sociales.
La mayoría de los migrantes internos eran, en sus lugares de origen,
trabajadores no calificados o semi-calificados (muchos de ellos de origen
rural), por lo que su incorporación a las ciudades y la inserción en la
industria como fuerza de trabajo asalariada implicó una movilidad social
intra-generacional. En la experiencia de los migrantes, la llegada a la ciudad
significó un mejoramiento sustantivo de su calidad de vida.
El
peronismo tuvo un papel muy importante en la formación de la clase trabajadora
consolidada por varios factores. Amplió las bases de ciudadanía de los
trabajadores manuales asalariados,
otorgándoles derechos sociales y capacidades económicas para hacer efectivos sus
derechos civiles. El Estado contribuyó a organizar una estructura sindical
fuerte para materializar las reivindicaciones sociales y económicas de los
trabajadores. Sin embargo, el movimiento sindical no se subordinó pasivamente
al Estado, puesto que tenía capacidad de movilización propia para alcanzar sus
intereses de clase. Como resultado, la clase trabajadora mejoró sustancialmente
su posición relativa en la estructura social aumentando la porción del salario
de los obreros fabriles en la distribución del ingreso. Se trató de un proceso
de movilidad ascendente, en este caso, apoyada en la acción colectiva.
Asimismo,
el peronismo tuvo un significado de reivindicación simbólica de la clase
trabajadora dotando de dignidad, orgullo y respeto a los trabajadores en las
interacciones cotidianas en la fábrica y en los barrios. De allí el carácter
“herético” del peronismo: trastocar los límites simbólicos de desigualdad de
clases, afectando los estatus y jerarquías del momento.
Esta
reivindicación simbólica tuvo cierto matiz étnico, ya que los nuevos obreros
migrantes internos de origen criollo eran discriminados (a través de términos
como “cabecitas negras”, “pardos”, “la negrada de Perón”, etc.) por algunos
sectores de clase media de origen europeo que ya habían experimentado un
proceso de movilidad social ascendente. En relación con las clases medias, la
industrialización y la continuidad del proceso de urbanización posibilitaron su
crecimiento acelerado: en el período intercensal 1914-1947 crecieron tanto los
sectores asalariados como los medianos y pequeños propietarios de la industria,
el comercio y el sector agropecuario.
La
expansión de la matrícula educativa en el nivel medio y universitario acompañó
este proceso, proporcionando las calificaciones necesarias para el trabajo no
manual que implicaban mayores remuneraciones y un mayor prestigio ocupacional,
transformándose de este modo en un canal de movilidad social ascendente
frecuente y efectivo. En este contexto, los hijos de obreros calificados (de
origen europeo principalmente) que ya residían en las ciudades ascendieron a
las clases medias principalmente a través de dos canales: la educación
universitaria y la incorporación como empleados técnicos, profesionales y
administrativos. La industrialización y el desarrollo económico hasta entrada
la década de 1960, impulsaban hacia arriba a los trabajadores rurales
transformándolos en obreros y a éstos en empleados administrativos, técnicos o
profesionales, en el transcurso de una o dos generaciones.
La
profundización de la sustitución de importaciones durante la era
desarrollista (1958-1976), orientada a la producción de bienes de consumo
durables e insumos intermedios (petroquímicos, siderúrgicos, etc.) tuvo un
carácter más concentrado y centralizado de acumulación de capital y un impacto
diferente en el empleo y en la estructura ocupacional. Por un lado, se
expandieron ocupaciones de clase media de alta calificación (profesionales,
técnicos y cuadros administrativos) y por el otro, disminuyeron los pequeños y
medianos empresarios industriales y los obreros asalariados empleados en los
mismos.
En
la clase media urbana, se compensaron la desaparición de medianos y pequeños
industriales con el aumento de pequeños propietarios del comercio y los
empleados altamente calificados del sector servicios (profesionales y
técnicos). En la clase obrera, la industria manufacturera dejó de constituir un
canal de incorporación para los trabajadores migrantes internos y de países
limítrofes en gran medida de origen rural, con la excepción del sector de la
construcción y los servicios.
Hacia
1970, en comparación con otros países de América Latina, en Argentina el
subempleo y el “sector informal” eran comparativamente pequeños. La industrialización
por sustitución de importaciones contribuyó a la conformación de una estructura
social abierta e integrada, que hacia 1960-1970 se distinguía del resto de
Latinoamérica por las oportunidades de ascenso social que había brindado a las
personas de origen de clase popular y por la amplitud de las clases medias y
una clase trabajadora fabril con una posición económica consolidada, sustentada
en niveles salariales altos y acceso a derechos sociales comparativamente
altos.
Este
conjunto de condiciones y un contexto de cuasi-pleno empleo posibilitaron que
la clase obrera alcanzara niveles de consumo y horizontes de expectativas
cercanos a los de las clases medias. El poder económico de la clase obrera se
basaba en su organización sindical fuerte y efectiva que le proporcionaba
capacidad de resistencia a las políticas contrarias a sus intereses de clase.
Argentina tenía un perfil más equitativo de la distribución de ingresos en
relación con otros países de América Latina. El Estado desempeñó un rol
importante en la conformación de aquella estructura social. En primer lugar,
impulsó la expansión de la educación pública y el empleo en la administración
estatal, mecanismos de ascenso social que acompañaron el crecimiento económico
del país. Esto fue acompañado por medidas de regulación de precios y protección
del mercado interno que contribuyeron a una redistribución del ingreso hacia la
clase trabajadora, junto al desarrollo de una extensa red de protección social.
Asimismo,
la política de créditos favoreció el desarrollo de una pequeña y mediana
burguesía industrial y comercial ligada al mercado interno. Las políticas de
equidad e igualdad de oportunidades junto a la extensión de los canales de
movilidad social se articularon y contribuyeron a conformar una estructura
social abierta e integrada. La estructura de clases de 1960-1970 presentaba una
amplia zona media constituida por clases medias y una clase trabajadora
consolidada. Arriba, se ubicaba una clase capitalista y dirigente reducida como
en las mayorías de las sociedades capitalistas avanzadas; y en el extremo
inferior, un segmento de clase trabajadora marginal que en adelante comenzaría
a aumentar. Un rasgo distintivo de
aquella sociedad era la permeabilidad de los distintos estratos de clase que
permitían una alta fluidez social principalmente de abajo hacia arriba, de allí
su carácter de “abierta".
*Adapatado de: Dalle, Pablo (2010) "Estratificación social y movilidad en Argentina 1870-2010"
*Adapatado de: Dalle, Pablo (2010) "Estratificación social y movilidad en Argentina 1870-2010"
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