Marx, clases y lucha de clases
(EL LUNES PRESENTAN ESTE TEXTO LAS TRES ESTUDIANTES ASIGNADAS)
Karl Marx, desde su visión del materialismo histórico, ha definido a las clases en términos estrictamente económicos, y para ser aún más específicos, las definió en términos de propietarios y no propietarios de los medios de producción.
Hay determinados sujetos que son dueños de los medios de los cuales se producen todo aquello necesario para poder vivir. El carácter de propiedad privada le da la pertenencia sobre esos medios, bienes o mercancías. Son los dueños de lo que se produce. En términos del materialismo histórico van a constituir: la clase dominante.
El sistema de clases se va a constituir a lo que es la propiedad de los medios de producción. Los propietarios de los medios de producción constituyen la clase dominante. Y los que no tienen ninguna propiedad más que su fuerza de trabajo, van a ser: la clase dominada.
Hoy las clases sociales dentro del esquema marxista son: los burgueses capitalistas, y los trabajadores industriales. Dichas clases se originan, o mejor dicho aparecen en el capitalismo industrial, puesto que dicho modo de producción tiene como fundamento el que los individuos sean propietarios libres. No obstante, dichos propietarios no poseen lo mismo sino que poseen lo que el otro necesita. El capitalista es el poseedor de los medios de producción, y el trabajador es el poseedor de su fuerza de trabajo. En ese intercambio entre ambos agentes es que toma lugar la explotación capitalista, es decir, la explotación del trabajo vivo por medio del trabajo muerto.
Dicho intercambio es lo que genera la desigualdad entre ambas clases sociales, puesto que el capitalista al ser propietario de los instrumentos de producción tiene como meta la acumulación de capital para reinvertirlo y acumular infinitamente más capital. Es decir, el burgués capitalista por medio del ciclo en que se compra con dinero D una mercancía M para así venderla por más dinero D’ (D-M-D’), el dinero que le queda de excedente o plusvalía lo invierte para el acrecentamiento del capital fijo (tecnología) en desmedro del capital variable (fuerza de trabajo).
La clase burguesa o capitalista, entonces, no sólo sería la propietaria de los medios de producción, sino que también —en consecuencia de lo anterior— podría establecerse que es aquella que tiene tal capacidad de acumular capital (dinero y tecnología) que puede adquirir mucha mayor cantidad de valores que la clase trabajadora. La clase obrera entonces, no solamente es la no-propietaria de los medios de producción y propietaria de su fuerza de trabajo, sino que por consiguiente y al participar en la producción como mero asalariado, sólo puede conseguir una limitada porción de los valores de uso puesto que esa clase no acumula capital, y si acumula es solamente ahorro de capital-dinero pero una cantidad muy inferior en comparación a lo que acumula el burgués capitalista.
Cada modo de producción a lo largo de la historia de la humanidad, cada forma de sociedad, cada manera en que los hombres producen su vida, van a tener estas dos clases centrales que representan la idea de propietarios y no propietarios. Las clases dinamizan, movilizan el orden social. Se parte desde un punto de vista económico (la propiedad privada de los medios de producción) pero la clase que domina en términos económicos también tiene que dominar en términos políticos, porque tiene que hacer que el dominado acepte esa dominación, que dé consenso al dominante.
Esto se logra si la clase dominante logra hacer que sus intereses sean aceptados como los intereses del conjunto, de todos.
La clase dominante para legitimar su dominación: hace que el dominado acepte la dominación del otro. ¿Cómo? Aceptando que las ideas del dominante son las ideas de todos, del común, son las ideas propias. Para la teoría materialista: un obrero, un desocupado y un gerente de una empresa, los tres pertenecen a la clase dominada, los tres son explotados, los tres adoptan ideas de otros como propias.
Las clases sociales para el marxismo están definidas por las relaciones de producción, es decir, por la forma en que los hombres producen mercancías. En las relaciones de producción, el papel que ocupa cada individuo está determinado por la división del trabajo, es decir, aquellos que desarrollan una misma actividad -y por tanto están sometidos a unas idénticas condiciones- conforman una clase social. Las clases sociales vienen determinadas por el lugar que ocupan en el proceso de producción de la riqueza. Hay una clase de personas que produce la riqueza y otra que se apropia de ella. Una clase es oprimida y la otra es opresora. De esa relación no cabe esperar sino el antagonismo y la hostilidad entre explotados y explotadores.
A lo largo de la historia siempre ha habido clases enfrentadas. En las sociedades esclavistas (Grecia y Roma en la Antigüedad) fueron antagónicos los propietarios libres y los esclavos; en el seno de la sociedad feudal medieval el enfrentamiento se estableció entre nobles y eclesiásticos por un lado y siervos por otro. Hoy, en la sociedad capitalista ocurre igual: la lucha de clases es protagonizada por la burguesía, propietaria de los medios de producción (capital, fábricas, máquinas, transportes, etc.) y por el proletariado que, al disponer únicamente de su fuerza de trabajo, se ve obligado a venderla a cambio de un salario.
Los intereses de ambas clases son para Marx antagónicos e incompatibles y conducirán indefectiblemente al enfrentamiento. A medida que el capitalismo vaya desarrollándose el número de obreros se incrementará, lo que unido al deterioro de sus condiciones de vida, conducirá a la revolución.
“La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.
En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y además, en casi todas estas clases encontramos, a su vez, gradaciones especiales.
La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.
Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más en dos grandes bandos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.”
-Marx, en el Manifiesto Comunista (1848)
Lucha de Clases (extractos):
por Ramón Peralta
Marx fue subtitulado más que interpretado, y quizá por eso, aún hoy nos siga intentando decir, que la "Lucha de Clases" es otra cosa. La mas primitiva expresión de "capital" es la tierra, con todo lo que la rodea. El ser humano nació para demandar cosas, cuya naturaleza es escasa. Y el día que el hombre se dio cuenta que podía transformar esas cosas, nació el trabajo.
Marx siempre dijo lo mismo, sólo que su prolífica y enigmática filosofía despertó tantos interrogantes como "intereses". ¿Qué quiso decirnos Marx con la "lucha entre clases"? Obviamente dejaré por salvado el hecho de que todos saben a qué se refería cuando hablaba de burgueses, proletariado, etc. Que era, ni más ni menos, que la simplificación descriptiva de un problema que hasta ese momento se veía como disperso y sinuoso, y que en resumen se resolvió en "El Manifiesto Comunista", que luego fue ampliado y mejor delineado en el inconcluso libro "El Capital". ¿Qué se entiende por "lucha de clases"?
El burgués, poseedor de cosas (capital), lucha contra el proletario, poseedor de la transformación de las cosas (trabajo), y este a su vez, se defiende o contra-ataca contra el primero. Ambos defienden y atacan, pero siempre se lucha por lo mismo, la posesión de cosas (capital). Cuando Marx concibió la "plusvalía", en realidad nos estaba diciendo dos cosas importantes: primero que tanto las cosas, como el trabajo eran capitales en disputa. Y no puede haber un burgués sin alguien que trabaje para él. Sin embrago, Marx tenía sus dudas sobre si a la inversa se verificaba esa hipótesis. ¿Puede el proletario prescindir del burgués?. Y aquí es donde radica el meollo del asunto.
La "lucha de clases" siempre se trató de pujas por la posesión de cosas, y mas precisamente fue y es, una lucha por "espacios". No se trata de la lucha entre lo público y lo privado, o por defecto, la lucha entre la propiedad privada y estatal. No es la lucha del estado contra los individuos o particulares. La lucha de clases, es la lucha por espacios. Es luchar por los espacios donde está el capital que cada uno necesita, y por ende persigue. Los trabajadores y obreros, luchan por detectar y poseer espacios, donde esté el capital donde poder trabajar (transformación) para hacerse de su propio capital (cosas). Y los burgueses buscan detectar y poseer espacios donde esté el capital laboral o humano (trabajador, obrero, profesional, etc.), para poder preservar e incrementar sus posesiones en cosas pre-existentes (capital).
Muchos "genios" del socialismo contemporáneo hablaron de "revolución". Para ellos la revolución, significa accionar para revolver algo cuasi místico, en poco tiempo. Vale decir: que entendieron que la lucha histórica del hombre por ocupar espacios de capital, por ende de poder, se podían solucionar con algunos fusiles y muchos muertos. Pero no solucionaron nada, pues solo lograron que el capital de los burgueses pase a otras manos, pero no del pueblo. Se les ocurrió que el pueblo no podía administrarse por sí mismo, para lo cual lo pusieron bajo la tutela de una vanguardia caudillista y dictatorial. El resultante fue un Estado Plenipotenciario que se terminó transformando en una nueva expresión de plutocracia verticalista y burocrática. Esto no es lo que quería Marx, os lo aseguro.
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